
Era un 24 de diciembre del año 3000, estábamos con mi familia tranquilamente dejando pasar los últimos minutos para festejar la navidad, mi hijo, muy emocionado por recibir regalos
me preguntaba cada dos minutos cuanto faltaba para navidad... ya faltaban solo segundos para las 12 de la noche y mi esposa se llevó a Jimmy, mi hijo, a afuera a ver los robots saltando y festejando
pero algo andaba mal, se escuchaban ruidos, cables en cortocircuito, y las pocas personas que quedábamos gritando, éramos unas 10 personas, habremos sido 3 familias,
y nos dimos cuenta de que éramos sobrevivientes, algo estaba pasando, pero no sabíamos que, empezamos a caminar por las calles oscuras y moribundas de nuestra pequeña ciudad, viendo las estrellas fugases
y cohetes volando. Decidimos llamar a mi mejor amigo, Carl, si, era el típico que sabía un montón de galaxias creía en el apocalipsis y todos esos discursos, el era el indicado, me dijo que algo paranormal estaba
sucediendo en este mundo, que no era solo en esta ciudad, robots e inteligencias artificiales de todo tipo se estaban apoderando de nuestro planeta, no sabíamos que hacer, estábamos muy asustados, pensamos en ir
a sacar un pasaje de vuelo para poner en marcha un cohete y emigrar de nuestro planeta. Pusimos manos a la obra, poniendo todo lo suficiente para inmigrar hacia otro planeta, ya estaba casi todo listo, ya casi llegábamos
a la plataforma de despegue, Carl, sabía manejar uno de esos cohetes entonces lo pusimos como piloto, varias horas de viaje por todo nuestro planeta hasta que llegamos al espacio... Nos dirigíamos a Marte, habíamos escuchado
rumores de que había agua, y podíamos alimentarnos de vegetales, pero cuando llegamos, no estábamos solos, habían más de 100 robots intentando conquistar ese planeta, no teníamos esperanza, pero mi amigo, se dio cuenta de algo.
No eran los mismos robots que en nuestro planeta, parecían ser buenos, ya no teníamos nada que hacer, y decidimos bajar, al cabo de que bajamos, se acercaron 20 robots más o menos, a mirarnos y parecía que nos estuvieran escaneando
no nos agredían, hasta que vino como el "jefe" de todos ellos a traernos suministros para sobrevivir, y así es mi historia, pasé más de la mitad de mi vida conviviendo con robots, pero al pasar los días nos tenían más confianza y
tuvimos una relación perfecta.
FIN